FC Barcelona

Entrenador: Pep Guardiola (4-3-3)

Portero: Víctor Valdés y José Pinto
Lateral derecho: Daniel Alves y Carles Puyol
Lateral izquierdo: Eric Abidal y Maxwell
Centrales: Gerard Piqué, Rafa Márquez, Dmytro Chygrynskiy, Marc Muniesa (*) y Andreu Fontàs (*)
Medio centro defensivo: Toure Yaya y Sergio Busquets
Interior derecho: Xavi Hernández, Thiago Alcántara (*), Jonathan Dos Santos (*)
Interior izquierdo: Andrés Iniesta y Seydou Keita
Extremo derecho: Leo Messi y Pedrito
Delantero centro: Zlatan Ibrahimovic y Bojan Krkic
Extremo izquierdo: Thierry Henry y Jeffren Suárez (*)

(*) Jugadores del filial

Altas: Maxwell (Inter), Zlatan Ibrahimovic (Inter), Keirrison (Palmeiras) y Dmytro Chygrynskiy (Shaktar Donetsk).

Bajas: Sylvinho (termina contrato), Samuel Eto'o (Inter), Alexandr Hleb (cesión/Stuttgart), Martín Cáceres (cesión/Juventus), Keirrison (cesión/Benfica), Albert Jorquera (Girona), Eidur Gudjohnsen (AS Monaco) y Henrique (cesión/Racing de Santander).

Prescindibles: Eidur Gudjohnsen y Henrique (?).

Interesan: Centrocampista defensivo (Mascherano, Poulsen), defensa central (Chygrynski, Bruno Alves), extremo izquierdo (Ribèry, Juan Mata).

Se avecina una temporada muy complicada en Can Barça, después de ganarlo todo el curso anterior y dejar el listón de juego y resultados a una altura prácticamente insuperable. Si el objetivo, tal y como dijo Guardiola, era ampliar la plantilla en calidad y número de efectivos para disputar los 7 títulos que habrá en juego, no se ha conseguido. La inflación del mercado propiciada por la entrada en tromba de Florentino Pérez ha dejado al club en la complicada tesitura de mejorar una plantilla difícilmente mejorable a unos precios de mercado escandalosamente sobredimensionados.

Los anunciados 3 o 4 retoques de calidad han acabado convirtiendose en intercambio de cromos. La salida del veterano Sylvinho ha sido cubierta con Maxwell, un lateral izquierdo de proyección ofensiva que fue la segunda opción tras el fracaso de las negociaciones con el Deportivo de A Coruña por Filipe Luis. Exceptuando la diferéncia de edad, el Barça supo reconducir la situación para hacerse con un futbolista que puede competir con Abidal mejorando lo que había y que transmite confianza a un precio muy razonable.

Luego llegó el intercambio de Samuel Eto'o por Zlatan Ibrahimovic, una operación de mérito que permite al club satisfacer dos deseos de Guardiola: desprenderse del díscolo Eto'o (que además causaba baja durante dos meses por la disputa de la Copa África) y hacerse con un delantero de referéncia (ya lo intentó el verano pasado con Adebayor). Aunque de coste muy elevado, el condicionante Eto'o hizo pasar al sueco por delante de David Villa, un delantero de características mucho más parecidas a las del camerunés. Contribuyendo a la polémica, aunque el rendimiento de Ibrahimovic en Barcelona aún es una incognita, en mi opinión ofrece más garantías que el de Eto'o en el Inter, que en un fútbol con menos espacios y sin la compañía de Xavi, Iniesta y Messi volverá en el mejor de los casos a sus registros goleadores del Mallorca (14-15 por temporada). Por lo que respecta a Zlatan Ibrahimovic, se trata de un jugador completísimo con toda clase de recursos ofensivos de los que hasta ahora no disponía el delantero centro del equipo azulgrana: juego aéreo y de espaldas a porteria, disparo a larga distancia, efectividad en faltas y penaltis y desequilibrio en el uno contra uno. También se ha hablado mucho de la pérdida de capacidad de trabajo y sacrifício defensivo que supone este trueque, pero la verdad es que la presión en el Barcelona es una cuestión de equipo. El trabajo de los delanteros no es robar balones sino cerrar espacios para dificultar la salida de balón del rival y que sean los centrocampistas los que intercepten los pases. Si jugadores como Messi y Henry, que nunca se han caracterizado por su capacidad defensiva, han sido capaces de adaptarse a esto no hay motivos para pensar que no lo haga también Ibrahimovic.

El tercer refuerzo es Henrique, que vuelve tras una exitosa cesión al Bayer Leverkusen, dónde se hizo con la titularidad y rindió a gran nivel. Pero no parece que el brasileño convenza demasiado al técnico culé, que sigue insistiendo en la necesidad de incorporar otro central ante la baja del lesionado Gabi Milito. En todo caso, si no llegara ningún refuerzo defensivo y Henrique se quedara volveríamos a la situación del año pasado, en la que Martín Cáceres no gozaba de la confianza de Pep y los dos puestos en el eje de la defensa se los repartirian Piqué, Márquez y Puyol. De nuevo muy poco bagaje para una temporada tan cargada de partidos, aunque haya que contar con la puntual aportación de Abidal o Touré y los chavales del filial Muniesa y Fontàs como centrales zurdos.

Casi descartadas las opciones de Ribèry y Mascherano por su alto precio parece que habrá que tirar de nuevo de cantera. Para cubrir las necesidades del equipo en banda se cuenta con Pedrito, que será futbolista del primer equipo a todos los niveles, y un Jeffren que sólo si llega una sorpresa como el fichaje de Juan Mata podria salir cedido o traspasado. Personalmente, tengo plena confianza en el primero pero no en el segundo. Jeffren es un extremo rapidísimo y finalizador, ideal para el contraataque, pero no tiene nivel para el Barça. A menudo se desentiende del juego, se atolondra y no es nada participativo. Lo ideal sería cederlo a un equipo de primera dónde se revalorice y venderlo al mejor postor. Más urgencias hay en el centro del campo, dónde las ausencias obligadas de Touré y Keita por la Copa África pueden dejar al equipo en cuadro y más aún si finalmente se va Gudjohnsen. Guardiola parece confiar ciegamente en Víctor Sánchez y su polivalencia, aunque para mí no da la talla, y Thiago Alcántara aún me genera muchas dudas (como Gay Assulin). Tampoco parece provable que se le dé la alternativa tan pronto a Jonathan Dos Santos y apenas se ha provado a futbolistas interesantes como Oriol Romeu o Martí Riverola.
En definitiva, plantilla muy corta la del Barça para un año de lo más complicado en cuanto a exigéncia deportiva y física, con dos partidos por semana, Supercopas, Mundial de Clubes, Copa de África y un Mundial a la vuelta de la esquina.

Dificultades que pondran a prueba la capacidad de Guardiola y su cuerpo técnico para mantener motivado y saludable al equipo. Para ello habrá que contar con el aliciente de batir al Real Madrid de Florentino, la polivalencia de la plantilla a la hora de hacer rotaciones (Márquez como medio centro defensivo, Abidal de central, Iniesta de extremo, etc...) y grandes dosis de suerte para evitar lesiones de larga duración. La buena noticia: este es un equipo hecho que viene de ganarlo todo, conserva a sus estrellas y son los demás que deben demostrar que no es invencible. Si sabe concentrarse en las competiciones prioritárias (Liga y Champions) puede hacer história.

* 12 de agosto: Víctor Sánchez se marcha cedido al recién ascendido Xerez. Una petición expresa del Cuco Ziganda que el Barcelona ha visto con buenos ojos por la posibilidad de que el jugador tenga minutos en Primera. A mi modo de ver, una oportunidad para revalorizar al jugador y como mucho sacar una venta.

* 25 de agosto: El Barça rescinde el contrato que le unía a Albert Jorquera para que negocie su futuro con otros equipos, provablemente el Girona. El de Bescanó era el tercer guardameta de la plantilla y Guardiola prefiere que ese puesto lo ocupe un jugador jóven.

* 30 de agosto: Después de meses de arduas negociaciones con el magnate propietario del Shaktar Donetsk el Barcelona se hace por fin con los servícios de Chygrynskiy pagando 25 millones de euros. Pagan el quilo de central a precio de delantero centro pero Guardiola está completamente obsesionado con el jugador y tras los resultados de la temporada pasada tiene crédito para esto y más. Poco después también se confirman las salidas de Gudjohnsen y Henrique. Con la llegada de Chygrynskiy el brasileño tenía las horas contadas y termina cedido en el Racing, dónde podrá demostrar a la prensa que la había tomado con él desde el principio si esas críticas eran justificadas o no. El islandés es traspasado al Mónaco por un precio desconocido, lo cual suele ser garantía de bajas o nulas cantidades percibidas. Teniendo en cuenta la brevedad de la plantilla y que provablemente no llegará nadie más se podría discutir si es conveniente desprenderse en estas condiciones de un jugador que, pese a no contar para el entrenador, como suplente aportó algunas cosas el curso anterior. Ahora será inevitable echar mano de canteranos como Thiago y Jonathan almenos durante la disputa de la Copa África.